Marzo 15, Lectura:
Romanos 1:18-25
La ira de Dios
Ayer leíamos que la justicia de Dios se revela en el evangelio, hoy
leemos que la ira de Dios se revela desde el cielo. Esta se corresponde con la
otra: Como la actitud de Dios frente al pecado es su ira, se hace necesaria la
revelación de su justicia.
La ira de Dios actúa contra la impiedad (ausencia de Dios) e
injusticia (ausencia de lo recto) de los hombres. Esta conducta, en general,
consiste en detener “con injusticia la verdad”,
lo que conocen de Dios, “las cosas invisibles de él”, es decir: su
eterno poder y deidad, que “se hacen claramente visibles desde la creación por
medio de las cosas hechas”.
Entre algunas muestras de la conducta impía e injusta de los hombres
tenemos las siguientes (vs. 21-24): (a) No glorificar a Dios, aunque lo
conocen; (b) No darle gracias, hacer lo contrario no siendo inteligentes y por esa causa su corazón se llena de
tinieblas; (c) Ser un insensato al hacerse imágenes con apariencia de hombres y
de animales.
Dios actúa de manera inexorable ante lo horrendo de la conducta de los
hombres y los entrega al desenfreno, por preferir la mentira sobre la verdad, adorar
a sus imágenes antes que “al Creador, el
cual es bendito por los siglos. Amén” (v. 25). ¿Cómo está usted en este asunto?
Sana doctrina: (a)La ira de Dios se revela desde el cielo…; (b) Por
medio de las cosas hechas podemos
entender las cosas invisibles de Dios, su eterno poder y deidad.
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