Más que la miel

Marzo 21,  Lectura: Romanos 2:25-29

Los ritos religiosos

Las prácticas religiosas no valen sin en ellas no se refleja la condición del corazón. Lo que para el judío era la circuncisión, para usted puede ser el orgullo de su religión. Ninguna de las dos les da derecho a pecar impunemente, y Dios no verá si hay cambio en el corazón, sólo si este es obediente.

La circuncisión bautismo o cualquier otro ritual, en sí mismo, no salva a nadie. Sustituya en la siguiente lectura bíblica la palabra “circuncisión” por la palabra “bautismo” o cualquier otro ritual que por muchos sea creído como garantía de salvación. En la palabra “incircuncisión” el prefijo “in” tradúzcalo como “no”:

“Pues en verdad la circuncisión aprovecha, si guardas la ley  (la Palabra de Dios); pero si eres transgresor de la ley (la Palabra de Dios), tu circuncisión viene a ser incircuncisión.

Si, pues, el incircunciso guardare las ordenanzas de la ley (la Palabra de Dios), ¿no será tenida su incircuncisión como circuncisión?

Y el que físicamente es incircunciso, pero guarda perfectamente la ley (la Palabra de Dios), te condenará a ti, que con la letra de la ley (la Palabra de Dios) y con la circuncisión eres transgresor de la ley (la Palabra de Dios).

Pues no es judío (salvo) el que lo es exteriormente, ni es la circuncisión la que se hace exteriormente en la carne; sino que es judío (salvo) el que lo es en lo interior, y la circuncisión es la del corazón, en espíritu, no en letra; la alabanza del cual no viene de los hombres, sino de Dios”.

Sana doctrina: La circuncisión y todo rito religioso no son garantía de salvación.