Marzo 3, Lectura: Salmo 140:1-13
Hombres malos, violentos, impíos e injuriosos (vs. 1-4). De esta clase
de hombres el salmista pide ser librado; también nosotros. ¿De qué son capaces
estos hombres? En el corazón maquinan los males y urden sus contiendas; son
como serpientes ponzoñosas cuyas obras buscan trastornar los pasos del justo.
Lazo (busca hacer caer), cuerdas (busca maniatar) y red (pone trampas) son sus
instrumentos (v. 5).
El salmista tiene la seguridad de que el Señor tomará su causa. Nuestro
Dios nos infunde la misma seguridad al decirnos que nada “nos podrá separar del
amor de Dios, que es en Cristo Jesús, Señor nuestro” (Romanos 8:37-39).
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