Marzo 23, Lectura: Romanos
3:9-20
“Todos están bajo pecado”
Esta declaración abarca al judío, al pagano y al moralista, ninguno es
mejor que el otro, porque todos están bajo condenación. La frase nos hace
pensar en esclavitud y el pecado es el tirano que nos domina.
Si en alguna parte podemos encontrar testimonio de la culpabilidad
humana es en el Antiguo Testamento, y Pablo nos la describe tomando porciones
de diversos Salmos. Aquí está la
condición humana y hemos ver en ella, nuestra incapacidad de salvarnos, pues
cada parte de nuestro cuerpo está infectada por el mal.
Si la Biblia dice que “no hay justo, ni aun uno” (v. 10) es que en
verdad no lo hay; aparte de Cristo, no ha habido uno. Si dice que “no hay quien
busque a Dios” (v. 11) también es verdad, y el hombre ha de reconocer que
cuando dice que busca a dios, no busca al Dios de la Biblia, pues lo que busca
es hacerse un ídolo. El hombre es como una fruta podrida (v. 12).
El diagnóstico del hombre es: enfermedad terminal y la causa es el
pecado.
La conclusión de todo esto es que el hombre no le tiene ningún respeto
a Dios.
Sana doctrina: La culpabilidad de la humanidad es universal, para que
“todo el mundo quede bajo el juicio de Dios “(v. 19). “Por la obras de la ley
ningún ser humano será justificado delante de él; porque por medio de la ley es
el conocimiento del pecado” (v. 20).
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