Diciembre 30 Lectura: Ester 8:1-17
Alegría y regocijo
Una vez muerto Amán, enemigo de los judíos, el rey dio a Ester la casa
de Amán, y a Mardoqueo, como ya Ester le había hecho saber el parentesco que
tenían, dio el anillo de Amán, poniéndolo Ester sobre la casa de Amán (vs.
1,2).
Sin embargo, el pueblo aún corría peligro. Por eso, Ester, echada a
los pies del rey, le ruega con lágrimas que derogue el decreto que ordenaba el
exterminio del pueblo (vs. 3-6).
“Todo edicto que se escribe en nombre del rey, y se sella con el
anillo del rey, no puede ser revocado” (v. 8), por eso, el rey le sugiere que
escriban a los judíos en nombre del rey y lo sellen con su anillo diciéndoles
que se les da la facultad de que defiendan su vida (vs. 9-14).
Con Mardoqueo vestido con ropas reales, y por el mandamiento del rey, “los
judíos luz y alegría, y gozo y honra” (v. 16.).
No hay comentarios:
Publicar un comentario