Diciembre 28 Lectura: Ester 6:1-14
El rey tiene insomnio
Estando en esta situación ordenó que le trajeran el libro de las
memorias y de las crónicas y que las leyeran delante de él. Fue así como se encontró lo hecho por
Mardoqueo, cuando denunció la conspiración de dos eunucos de la guardia de la
puerta que pretendían poner mano al rey (vs. 1,2).
“¿Qué honra o qué distinción se hizo a Mardoqueo por esto?”, preguntó
el rey. Los servidores dijeron que nada se había hecho con él (v. 3).
Ahora bien, Amán había venido al patio para hablar con el rey para
decirle que colgara a Mardoqueo en la horca que había preparado. Por eso,
cuando el rey pregunto, ¿quién está en el patio? Los servidores dijeron que
Amán estaba en el patio. El rey mandó que entrara (vs. 4,5).
Cuando Amán entra el rey le pregunta: ¿qué debe hacerse al hombre cuya
honra desea el rey? Amán, pensando que el rey se refería a él, es espléndido en
su respuesta: (a) Que se le ponga el vestido real; (b) Que cabalgue en el
caballo del rey; (c) Que se le ponga la corona real; (d) Que un príncipe lleve
el caballo; (e) Que sea llevado por la plaza de la ciudad (vs. 6-9).
El rey entonces le dice a Amán que haga cuanto ha dicho, sin omitir
nada. Así lo hizo Amán (vs. 10, 11).Todo apesadumbrado Amán fue a su casa y contó
todo lo que había sucedido. Entonces su mujer y sus sabios le dijeron que ha
comenzado a caer y que no vencería. Estando en esto, llegan por él para
llevarlo al banquete que Ester había preparado (vs. 12-14).
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