Diciembre 5 Lectura: Esdras 3:1-13
Altar y cimientos
Unido el pueblo como un solo hombre en un acto de obediencia,
dirigidos por Josué, el sumo sacerdote y Zorobabael, el gobernador, se
dispusieron a edificar el altar del holocausto, un gran trabajo. Así lo
hicieron, y ofrecieron sobre él holocaustos como Dios lo mandaba (Números
28:1-8). Que importante fue esta acción del pueblo que regresaba del cautiverio,
ya que el altar tenía un gran significado espiritual. El creyente también tiene
un altar (Hebreos 13:10-12).
Celebraron
la fiesta de los tabernáculos demás fiestas y celebraciones, pero los cimientos
del templo aún no se habían echado (vs. 1-7).
Lo que es digno de destacar cuando comenzaron
a echar los cimientos de la casa en el segundo año de su regreso, fue que pusieron a los sacerdotes vestidos de
sus ropas y con trompetas; de igual manera a los hijos de Asaf con címbalos,
para que alabaran al Señor: cantando, alabando y dando gracias (vs. 8-13). Fue un día
de gran júbilo para muchos, pero los que habían visto la casa primera
lloraban. Llorar por el pasado socava el trabajo del presente.
No hay comentarios:
Publicar un comentario