En un mundo tan materialista,
El dar se diluye aun en la iglesia.
Pero también el dar se contamina,
Con el pedir y pedir de falsos pastores,
Que no son más que lobos,
Que trasquilan a la oveja de sus bienes.
¡Cuánto daño han ocasionado a la grey!
¿Llegará el día cuando tu ofrenda rehusarás,
Por temor a que te estafen? ¡No!
Tu generosidad ha de ser parte de ti,
Has de sembrar así, para que recojas igual,
Por eso da, según tu corazón, sin tristeza,
Ni por necesidad, porque el que ama al que da,
Un día nos dio su don inefable.
¡Gracias Señor!
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