Diciembre 11 Lectura: Esdras 9:1-15
Matrimonios mixtos
Después de que llegaron y contaron todo lo de las ofrendas que les
dieron en Babilonia, a Esdras le
salieron con malas noticias. Resulta que la condición spiritual de los
exiliados era mala porque no se habían separado de los pueblos de la tierra. Su
incapacidad para apartarse dio lugar a los matrimonios mixtos. Pero esto no era
el único problema, pues permitir matrimonios mixtos era permitir otras áreas de
compromiso. Lo grave estaba en que el linaje santo se había mezclado con el
consentimiento de los príncipes y gobernadores, que fueron los primeros en
hacerlo (9: 1-3).
La reacción de Esdras fue de total humillación y acompañado de los que
temían las palabras del Dios de Israel, estuvo en angustia hasta el sacrificio
de la tarde. En esta hora, humillado delante de Dios, eleva súplicas (9: 6-9):
(a) Confiesa confusión, vergüenza e iniquidad; (b) Reconoce que la vida de
pecado ha sido una constante en ellos, razón por la cual han sido entregados a
los reyes de otras tierras; (c) Reconoce la misericordia y el amparo del Señor
para con ellos.
“¿Qué diremos, oh Dios nuestro,
después de esto?” Con esta pregunta Esdras
reconoce que no es posible que habiendo sabido los mandamientos de Dios,
en lo que respecta a las alianzas con los pueblos de la tierra, puedan estar en su presencia (9: 10-15).
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