Más que la miel

Diciembre 27  Lectura: Ester 5:1-14

Dos banquetes

Ahora es la reina Ester la que organiza dos banquetes (vs. 6, 8). Veamos cómo se dieron las cosas: Habían pasado tres días desde que la reina se había enterado del peligro que corría el pueblo y de que prometiera a Mardoqueo venir al rey, aun cuando este no la llamara. Así que, ataviada de su vestido  real entra en el patio interior de la casa del rey, enfrente de su aposento. Allí estaba el rey sentado en su trono. Cuando vio a Ester, ella obtuvo gracia ante sus ojos; entonces el rey le extendió el cetro de oro que estaba en su mano. Ester fue a él y toco la punta del cetro (vs. 1-3). Cuando el rey le pregunta qué tenía, y cuál era su petición, Ester lo invita al primer banquete juntamente con Amán. Estando en el banquete el rey vuelve a preguntarle a la reina cuál es su petición, y Ester lo invita al otro banquete, también con Amán y que hasta entonces le dirá cuál es su petición (vs. 4-8). Amán está muy contento porque sólo él había sido invitado, sin embargo, se llenaba de ira contra Mardoqueo (v. 9). Estando en su casa con su mujer y sus amigos, presumiendo sobre todo lo que estaba disfrutando, se quejaba que todo eso de nada le servía cada vez que veía a Mardoqueo. Por eso le sugieren que se haga una horca de aproximadamente veintidós metros de altura y le diga al rey que cuelgue allí a Mardoqueo, para que disfrute el banquete al que fue invitado (vs. 10-14).