Hombre cruel y perverso,
Disfruta la honra del hombre,
Y que se arrodillen, pero yo:
Ni me arrodillo, ni me humillo.
Sé que no soy nada para ti,
Más mes me mantengo en lo dicho,
Porque el que teme a Dios…
Ni se arrodilla, ni se humilla.
No hay temor a tu amenaza,
Sabemos a quién servimos,
Y cómo a él le somos de valor,
Ni me arrodillo, ni me humillo.
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