Abril 10, Lectura: Romanos
9:17-29
Alfarero y barro
Continuamos con el pensamiento con el que terminamos ayer y ahora leemos
que Pablo alude a la Escritura y dice, refiriéndose a Faraón, que este fue
levantado para que Dios mostrara en él su poder y para que su nombre fuera
anunciado por toda la tierra (v. 17). La finalidad de esto es ratificar que
Dios actúa en su soberanía y lo que quiera
él, lo hace (v. 18), y nadie puede cuestionarle, porque en la figura de barro y
alfarero, el hombre es barro, y el
alfarero tiene potestad sobre él, ya sea para hacer un vaso para honra y otro
para deshonra (vs. 19-21). Todo esto según lo que Dios quisiera mostrar, ya
fuera su ira para hacer notorio su poder o misericordia, para hacer notorias
las riquezas de su gloria (vs. 22,23). A todo esto, nadie puede oponérsele a
Dios.
El apóstol usa dos ejemplos más para continuar con el tema: Estos son
los que están en el Libro de Oseas y de Isaías. En aquel se refiere a que Dios
llamará pueblo a uno que no lo es y en este, Dios declara que de Israel, sólo
el remanente será salvo (vs. 25-29).
Sana doctrina: (a) Dios, de quien quiere tiene misericordia, y al que
quiere endurece; (b) El hombre es barro, Dios es el alfarero; Dios es quien
tiene la potestad.
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