Abril 28, Lectura: Oseas 4:1-19
El conocimiento de Dios
Cuando faltan la verdad, la misericordia y el conocimiento de Dios en
un pueblo, se generan conductas que
son contrarias, no sólo a Dios, sino
también a la justicia que debe imperar y que tanto beneficia a sus moradores:
el perjurio, la mentira, los homicidios, los hurtos y el adulterio; todo esto
prevalece y la criminalidad aumenta. Por
esto el pueblo vive llorando y con preocupación. Y si a esto le agregamos el
rechazo de los siervos de Dios y el olvido de su Palabra, la situación empeora.
Consecuencias de la falta de
conocimiento de Dios: (a) Destrucción; (b) Despido; (c) Desconocimiento.
El Señor tiene al responsable de la falta de conocimiento: el sacerdote.
Ellos participaban del pecado del pueblo; moral y espiritualmente estaban
dominados por los vicios; buscaban en el ídolo guía para su vida y erraban,
dejando a Dios, prefiriendo sus prácticas de idolatría. Poco faltaba para que
por no tener entendimiento cayeran.
Para Dios, sólo restaba que Judá no siguiera los pasos de Israel, que
como novilla indómita se había apartado.
Es triste que la degradación de Efraín, llevara a Dios dejarlo.
Como siervos cumplamos con lo que el Señor nos ha encargado. Si mi
hermano ha caído, temamos.
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