Abril 18, Lectura: Romanos 13:1-14
Orden, no anarquía
La frase “de parte de Dios” significa que de Dios es el orden, no la anarquía; la lectura continua diciendo: “y las que hay,
por Dios han sido establecidas”, lo cual significa que las autoridades
existentes se mantienen en orden por él. Aprendamos entonces que no se está
argumentado a favor del derecho divino de los gobernantes sino en favor del gobierno y
el orden. Tengamos cuidado y no resistamos al orden de Dios, porque esto trae
sentencia. Sin embargo, hemos de vivir sin temor ante ellos no haciendo lo
malo, y porque es servidor de Dios para nuestro bien. Dos cosas más: su señal
de autoridad es la espada y es “vengador para castigar al que hace lo malo”
(vs. 1-4).
Con base a todo lo anterior hay necesidad de sujetarnos, y esto debido
al castigo así como debido también a la conciencia.
Encuentre en esto el deber que tenemos de pagar impuestos, de respetar
y rendir honores, por ejemplo, a la bandera, además de no defraudar a nadie,
cumpliendo con el amor al prójimo (vs. 6,7).
Que no se nos haga tarde, aprendamos a conocer el tiempo y si ya es
hora de levantarnos del sueño, ¡qué esperamos! Ya no hemos de vivir como de
noche, las obras de la noche ya no son para nosotros, hemos de vestirnos las
armas de la luz y andar como de día, desechando los excesos de vicios e
inmoralidad y vestirnos del Señor Jesucristo para no servirle a la carne (vs.
8-14).
Sana doctrina: “No hay autoridad, sino de parte de Dios, y ls que hay,
por Dios han sido establecidas”.
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