En tu altar Señor, mírame ofrecido,
Para hacer con tu ayuda lo que mandes,
Con diligencia haré lo que demandes,
Te serviré ferviente y convencido.
No es sólo el afán del deber cumplido,
Pues obras son para que en ellas andes
Aunque sencillas en verdad son grandes,
Por eso no las eches al olvido.
Ningún deber con nuestros semejantes,
Es absurdo ni contrario a dignidad,
Cumplamos y gocemos su motivo,
Y si acaso incumplo o los esquivo,
Seguro estaré que iré contra verdad,
Pues no pudiera ser igual que antes.
No hay comentarios:
Publicar un comentario