Hermosos los vestidos
Con los que el Señor se viste:
Gloria, magnificencia y luz.
De grandeza se reviste.
Se transporta en las nubes, su carroza,
Y sobre las alas del viento es su andar,
La gloria que despliega debe ser preciosa
Majestuoso el viento en su aletear.
Fundó de la tierra sus cimientos,
Cual el diseño de un Gran Arquitecto,
A las aves y bestias dio de su agua,
Embelleciendo un paisaje ya perfecto.
Produce para todo ser su alimento,
Y aún a los árboles da vida,
A los animales les provee de su guarida,
Más la luna y sol sus instrumentos.
Sus obras son innumerables,
Son sabiduría y beneficio,
Esto es lo que es un Dios propicio,
Lo muestran sus hazañas memorables.
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