Sea tu clamor de lo profundo,
Tu súplica, tu plegaria, tu oración,
Así te oirá en su morada el Señor,
Así tendrás de él su atención.
Así tendrás que hacer y esperar,
Está de por medio tu perdón,
Y si esperas obtener la redención,
Cristo es suficiente Redentor.
Sé un niño y que tu corazón,
Está libre de la vanidad,
Que no enaltece sus ojos,
Que se contenta con poco.
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