Señor, tu Palabra me alienta,
Con ella, mi alma no desfallece,
Y aunque todo aquí perece,
En ella tengo esperanza.
Mi mirada está bien puesta,
No la contamina el humo,
No se mina mi memoria,
Ni por nada me abrumo.
La vida nuestra está segura,
La asegura la Palabra,
A ella habremos de rendirnos,
Para jamás abatirnos.
Tu Palabra eterna es, Señor
También tu fidelidad,
En nosotros hay fragilidad,
Por eso vivo en temor.
No hay comentarios:
Publicar un comentario