Febrero 24, Lectura: Salmo 128:1-129:8
Salmo 128
Los miembros de una familia que temen al Señor, que obedecen y trabajan
de manera honrada son bienaventurados (vs. 1, 2). El jefe de una familia así es
bendecido, pues además, su esposa hace que la alegría sea su vecino, y los
hijos su honra (v. 3). Procuremos familias así.
Salmo 129
En medio de la angustia que pueda uno estar pasando, debe uno sentirse
agradecido con el Señor de que no hay sido vencida nuestra confianza en él (vs.
1, 2), además, hemos de aprender a decir: Dios “es justo” (v. 4) y reconocer
que en él no hay ningún despropósito. Para los que causan mal no hay bendición
(vs. 6-8).
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