Febrero 16, Lectura: Salmo 119: 113-128
Sámec (vs. 113-120)
Los hipócritas no son de fiar; quien ama la Palabra, si (v. 113). El
que tiene esperanza en la Palabra está seguro y protegido (v. 114). Es necesario
apartarse de los que no obedecen la Palabra (v. 115); reflexionemos en quienes
son nuestros amigos. Si el Señor me sustenta con la Palabra, también me
sostendrá (vs. 116,117).
Dos acciones del Señor contra el hombre son “hollaste” y “consumiste”.
La razón es porque astutamente, creen que pueden falsear la verdad viviendo en
sus propios caminos. No aman la Palabra (v. 119).
El Calvario da paz y quita el miedo, aunque hemos de temer (v. 120).
Ayin (vs. 121-128)
El siervo requiere estar firme en su posición, que su señor tenga de
él misericordia y le reconozca, a fin de que tenga entendimiento (vs. 122, 124,
125). El Señor mostró su misericordia
por nosotros al morir en la cruz; si somos siervos buenos y fieles él nos
aprobará (Mateo 25:21).
Cuando el Señor actúe contra los que no valoran su Palabra, que
nosotros seamos de los que la aman y estiman (vs. 127, 128).
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