Más que la miel

Febrero 7,  Lectura: Salmo 116: 1-117:2

Salmo 116

Puntos interesantes en los que el salmista nos invita a meditar:

1. El sepulcro (vs. 3, 4, 8, 9): Cuando José de Arimatea y Nicodemos pusieron al Señor en el sepulcro, seguramente no pensaron en las ligaduras de muerte, en las angustias y dolor. Todo esto fue el sepulcro. Sin embargo, el Señor fue librado.

2. La salud (vs. 5-7): Es después de una enfermedad cuando nos damos cuenta cuán clemente y misericordioso es nuestro Dios. Cuando volvemos a nuestro reposo por el bien que el Señor nos hace.

3. Nuestra fe (vs. 10,11): “Creí; por tanto hablé”, son palabras que el apóstol Pablo repite (Corintios 4:12), y como el salmista, en momentos de aflicción. Nosotros sabemos, como el apóstol, que se padece por amor y que no desmayamos.

4. Compromiso (vs. 12-19): Votos dice el salmista, los cuales han de pagarse. Igual que el compromiso de servicio que tenemos con el Señor.

Nota aparte hacemos de las palabras: “Estimada es a los ojos de Jehová la muerte de sus santos (v. 15). Meditemos en tales palabras.

Salmo 117

Unámonos en alabanza a nuestro Dios, su misericordia es grande y su fidelidad es para siempre. Miremos al Calvario, allí hay misericordia y fidelidad.