miércoles, 26 de febrero de 2020

Más que la miel


Febrero 26,  Lectura: Salmo 132:1-18
Tanto impactaban los juramentos, promesas y resoluciones que David hacía, que se convertían en temas de alabanza. Este Salmo se refiere al día cuando este gran rey se propuso construir un templo para Jehová. David estaba dispuesto a no dormir, y aunque no pudo cumplir su deseo, allí queda este, para que tomemos ejemplo (vs. 1-7).
David quería para el Señor el lugar de su reposo; para los sacerdotes sus vestidos blancos, símbolos de la justicia y para el pueblo el regocijo que esto significara. Esto no podía ser motivo de afrenta (vs. 8-10)
Lo que da Dios es seguro, lo que deseo yo, está en su voluntad. Templo y trono. Dios no le concedió a David que le edificara templo, pero si le juró trono eterno (vs. 11, 12).
Templo o Sión, ¿qué elige Dios como lugar de su reposo para siempre? Sión es su habitación querida y hará mucho más  a sus sacerdotes, al pueblo y aún a David. Él tendrá lámpara dispuesta (vs. 13-18).     

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