Enero 30,
Lectura: Mateo 27:1-1-31
Jesucristo, su sentencia
Por la mañana las autoridades religiosas del pueblo entraron
en consejo para entregar al Señor a muerte. Atado fue llevado a Poncio Pilato.
Ante las acusaciones, el Señor no pronunció palabra. Barrabás fue liberado. Pilato pensó que escogerían a Jesús, escogieron a
Barrabás. Pidieron que Jesús fuera crucificado. Pilato se lavó las manos. No le
importó su inocencia, ni la petición de su mujer. Azota a Jesús y lo entrega para ser crucificado. Los soldados
se burlan del Señor, le ponen la corona de espinas, le escupen y lo golpean.
El castigo de nuestra paz fue
sobre él (Isaías 53:5).
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