¿Por qué Judas?
Si él era tu Maestro,
¿Acaso valían más las treinta piezas?
¿Por qué Judas?
Si él era tu Maestro,
¿Por qué preferiste el precio de la ignominia?
¡Qué grande fue, mujer, tu acción!
Al ungir tú al Maestro,
Con tu perfume caro,
Lo estabas preparando
Para la sepultura.
¡Qué grande fue, mujer, tu acción!
¿Por qué Pedro?
Si él era tu Maestro,
¿Acaso esto no enfrió tu alma,
Más que el frío que sentías
Aquella aciaga noche?
¿Por qué lo negaste?
Judas, tú no, tú sí, Pedro,
Más es porque él lo quiso, Pedro.
Más fue porque no quisiste, Judas.
Cuando él te vio, Pedro, lloraste,
Tú, Judas, y tus remordimientos,
Fuiste, y te ahorcaste.
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