Enero 29, Lectura: Mateo 26:36-75
Jesucristo, su agonía
El Señor estaba muy triste, y nos
estremece. Beberá la copa del dolor y, en Getsemaní está sufriendo porque beberla es inevitable;
no podrá evitar la copa amarga. Mientras él sufre, los discípulos duermen, y ya
cerca, se oyen los pasos del que le ha de entregar.
Judas Iscariote encabeza a la
turba que vienen contra el Señor, se aprestan a prenderlo para consumar la
trama de su muerte, el traidor le besa y entonces le echan mano.
Las horas siguientes de la noche transcurren
ante la insensibilidad humana que culmina con la nota lamentable: la negación
de Pedro.
¿No nos conmueve esto?
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