Enero 12, Lectura:
Mateo 12:22-50
Jesucristo y el
Espíritu de Dios
El Señor Jesucristo
dejó bien en claro lo que no puede
hacerse contra el Espíritu Santo: ni la blasfemia, ni ninguna palabra contra
él, ¡será perdonada jamás (v. 32)!
El asunto es lo que se
hable, bueno o malo, y tiene que ver con lo que hay en el corazón: cosas buenas
o malas. ¡Cuidado con la palabra ociosa (vs. 34-36)!
¿Por qué los hombres
no callan y sólo creen cuando se les presenta a alguien que es mayor que todo: Jesucristo, y este
resucitado (vs. 41,42)?
Cristo identifica
quien es su madre y sus hermanos: los que hacen la voluntad de Dios.
Palabras, justifican o
condenan (v. 37).
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