Octubre 31 Lectura: Salmo 99: 1-100:5
Salmo 99
Observemos nuevamente los detalles que acompañan a la frase: “Jehová
reina…” (v. 1); esta se repite en 97:1. Aquí leemos que el Señor está “sentado
sobre los querubines”, que nos hace pensar en el santuario donde mora el Señor.
Tres veces se menciona que el Señor “es santo” (vs. 3, 5,9): (a) Por la grandeza de su nombre debe
ser alabado; (b) Postrados ante su estrado y su santo monte el Señor ha de ser exaltado. La
tercera vez es semejante a la segunda, lo cual nos dice que en ello hay enseñanza.
Salmo 100
Cantemos con alegría a Dios (v. 1); seamos sus siervos y con alegría
vivamos delante de él (v. 2); reconozcamos a nuestro Hacedor y Pastor. Demos
gracias por pertenecerle (v. 3).
Cuánta confianza tiene el creyente que así hace para entrar por sus
puertas. Nuestro privilegio como creyentes es especial: Cristo abrió el camino
para entrar a la presencia gloriosa de nuestro Dios (Juan 14:6; Hebreos
10:19-22).
La más grande demostración de la bondad y misericordia de nuestro Dios
es Cristo el Señor (Juan 3:16).
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