Esgrima Bíblica ¿Una destreza olvidada?
La esgrima es el arte de jugar y manejar la espada. La “esgrima bíblica”, como arte de “jugar” y manejar la Biblia, recibe este nombre por ser precisamente la Palabra de Dios, ¡una espada! (Ef. 6:17; Heb. 4:12).
En todo niño este arte debe producir una emoción indescriptible: ¡La mirada atenta, la mente despierta, manos rápidas, nervios!... ¡Adrenalina pura! ¡Quién dice que las “maquinitas son lo mejor!
¿El momento culminante? La cita bíblica que se encuentra y lo que significa que una vida tierna lea un texto de las Escrituras. Esto trae bendición.
Un momento emocionante
Una lista de textos selectos, un reloj y una campana, además de un tomador de tiempo y un juez, son algo necesario para un buen momento de “esgrima bíblica”. A la voz de quien se encargue de dar las citas bíblicas, cada niño participante tomará su espada: la Biblia. A toda velocidad buscará la cita indicada y al encontrarla se pondrá de pie, con la emoción de haber vencido el tiempo, pero sobre todo, porque leer la Palabra, es algo para gozarse.
¿Qué tiempo debe darse?
Un máximo de diez segundos, pero atrévete a bajar la barrera de los cinco segundos.
El lugar y el momento para la “esgrima bíblica” pueden ser tu casa o el templo, si se permite y, después de aquello que sea prioritario, como tus tareas o tu clase.
¿Qué hacer para ser un campeón de “esgrima bíblica”?
Memoriza los libros de la Biblia
Ten a la mano una Biblia “rápida”, sin notas.
Entrena con tiempo máximo de cinco segundos.
Repite mentalmente la cita indicada.
Ubícala mentalmente, dos libros antes y dos después.
Y ahora si. ¡Cuidado contigo!
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